En la última década, la figura del Dietista-Nutricionista va cogiendo más peso en la sociedad actual. Algo normal teniendo en cuenta la importancia que tiene la alimentación en nuestra salud y rendimiento deportivo.
Aun así, la desinformación, mala praxis de otros profesionales y el intrusismo laboral, generan cierto rechazo en algunos ciudadanos. Estas personas creen que al acudir a un nutricionista, este solo les va a hacer pasar hambre, restringir alimentos, llevar una dieta monótona, obsesionarse con el peso…
¡Pero ni mucho menos!
¿Qué es un Nutricionista? ¡Uno fiable!
Un Nutricionista, es una persona cualificada para poder guiar tu alimentación. Para lograr un objetivo (salud, educación nutricional, mejora de composición corporal o rendimiento deportivo) en base a tus características individuales.
Al tratarse de una profesión sanitaria, en la que la salud del paciente está en juego, será requisito fundamental una buena formación. Grado Universitario (4 años) o como mínimo, Técnico Superior en Dietética (2 años). Nada de cursos de un par de fines de semana. Además, al tratarse de una rama de la ciencia relativamente joven, será necesaria la actualización constante. Lo que se sabía hace 4 años, ahora está obsoleto.
A la hora de trabajar, ha de centrarse en la persona que tiene delante y tratar de conocerla lo mejor posible: sus objetivos, estado de salud, gustos, horarios de vida, habilidad en cocina, nivel deportivo y cualquier otra cosa que tenga influencia en su alimentación. Y, en base a ese punto de partida y seguimiento del paciente establecerá un plan de acción con la alimentación ajustada a la persona para lograr los objetivos.
¡Hasta ahí! No buscará venderte productos, códigos descuento, ni alargar el tratamiento con fines lucrativos.
¿Por qué deberías de confiar en un Nutricionista?
Un nutricionista, lo primero que hará será escucharte. Te hará muchas preguntas y te acabará conociendo, incluso, con el paso del tiempo se convertirá en tu amigo. También analizará tu alimentación actual y verá en que puedes estar fallando. En base a ello, sus conocimientos y experiencia, comenzará a trabajar en elaborarte un plan de acción. Te elaborará los materiales (pautas nutricionales individualizadas) y te explicará como comenzarás a modificar tu alimentación. Pero no se quedará ahí, te realizará un seguimiento en el que irá midiendo tu progreso, aclarará tus dudas, adaptará las pautas a cada momento necesario y estará será sincero contigo.
En el caso de que tu objetivo sea la salud, unas buenas pautas, te pueden ayudar a:
- Prevenir enfermedades
- Tratar enfermedades
- Mejorar la calidad de vida
- Aumentar la esperanza de vida
- Mejorar tu relación con la comida
- Y muchos otros beneficios
En el caso de que tu objetivo sea el rendimiento, una alimentación bien reglada por un nutricionista, será fundamental para:
- Poder darlo todo en cada entrenamiento y competición
- Reducir el riesgo de lesión
- Lograr una óptima composición corporal
- Dejar de tomar productos y suplementos sin base científica ni efectos ergogénicos estudiados. Y centrarte, en el caso de que estes dispuesto, en tomar suplementos con evidencia científica
- Entrenar tu sistema digestivo
- No caer en déficits nutricionales
- Optimizar tu recuperación
- Evitar molestias relacionadas con la alimentación durante la competición
- Y muchos otros beneficios…
Para terminar, recordar a la ciudadanía y a los propios nutricionistas, que los nutricionistas somos profesionales de la salud. Y que nuestro trabajo se rige bajo un código deontológico que se sustenta sobre el objetivo de buscar el bienestar del paciente o cliente.
Al menos en mi caso… ¡La recompensa de mi trabajo es el éxito de tus objetivos!